Tras la crisis del Coronavirus, nuestras casas se van a transformar. El confinamiento nos ha hecho valorar el lugar en el que vivimos y darnos cuenta de todo lo que podemos llegar a hacer en él. Así, cuanto el COVID-19 nos deje salir, directamente hará que nos replanteemos -como hemos hecho durante este tiempo- la redistribución y decoración de los espacios y su concepción. Nos hemos parado a analizar cómo será la casa tras el COVID y este es el resultado.
Espacios más despejados
Porque hemos visto y sentido la necesidad de sentir los espacios amplios y eso pasa por despejarlos de muebles grandes y voluminosos y de artificios como demasiados objetos decorativos que no aportan y solo hay que limpiar. Se impondrá en el hogar tras el COVID-19 la necesidad de mantener libres las zonas de paso y respetar las distancias entre muebles.
Muebles manejables
Precisamente para adecuar el espacio de nuestra casa a las actividades que nos apetezca hacer en cada momento, un aspecto que cambiará en la decoración y concepción del espacio tras el Coronavirus es la elección de muebles más manejables, modulares y polivalentes. Piezas que compongan y decoren pero que se puedan mover, desplazar y redistribuir fácilmente.
Espacios en los que realizar más de una actividad
Se trata de ambientes en los que se puedan llevar a cabo diferentes rutinas. Esto se ha hecho muy necesario durante el confinamiento y es algo habitual, sobre todo, en las casas pequeñas. Tras el COVID-19, nuestro hogar va a tender a compartir en un mismo lugar rincones dedicados a varias tareas.
Buscar un espacio para el teletrabajo
Porque si hemos aprendido a teletrabajar en esta cuarentena, seguro que muchas empresas mantendrán la costumbre -siempre que las actividades profesionales lo permitan- durante un tiempo. Parece que incluso se instaurará el teletrabajo algún día a la semana para aquellos que sigan yendo a una oficina. Así que es hora de pensar que el espacio de trabajo en casa va a ser una realidad. Hazle hueco, prepáralo. Será un ambiente más en el que pensemos de manera habitual. Así como nadie duda en colocar un sofá, un cambio en casa será la presencia de un escritorio en algún lugar de la misma.
Rincones destinados a nuestras aficiones
Nada de sacar y guardar los utensilios cada vez que queramos usarlos. Es decir, el material que requieran nuestras aficiones debe estar a mano. Si hay un cambio que traerá el COVID-19 a nuestro hogar será la necesidad de contar con un espacio propio destinado a hacer aquello que más nos gusta y que nos relaja.
Valoraremos e invertiremos en aquello que nos facilita la vida
Este aspecto que traerá a nuestras casas el COVID-19 está relacionado con la domótica y la necesidad de mejorar todo aquello que nos hace la vida más fácil. Muebles inteligentes y sistemas que permiten controlar la calefacción desde el móvil, subir y bajar las persianas con un comando de voz o lanzar una orden para regular la intesidad de la luz. Comodidades que valoraremos más tras saber lo que es «pasar tiempo en casa».
Concebir el comedor más allá de su función
Porque hay gente que antes del confinamiento tenía el comedor como un lugar de poco uso cuando es un espacio súper valioso en el que no solo comer sino realizar deberes, trabajar, jugar a juegos de mesa… Hay que cambiar de concepción sobre este ambiente de la casa, hacerlo más confortable y práctico para usarlo a diario, hacer comidas y cenas en familia.
Luz natural, vamos a buscarla y a potenciarla
Porque nos hemos dado cuenta de lo bien que nos sienta un rayo de sol. Los ambientes luminosos durante las horas del día nos ayudan a regular nuestro ritmos circadiano, el responsable de ayudar a nuestro organismo a saber en qué momento del día estamos. Quien busque piso, valorará mucho más la orientación. Los que no cambien, querrán renovar las cortinas para no perder ni un ápice de claridad.
Aprender a jugar con la iluminación
Combinar diferentes tipos de luz para crear ambientes acogedores. Tras el Coronavirus nuestras casas se van a re-iluminar. Querremos aprender a decorar con luz, a jugar con ella para crear una atmósfera sosegada y adecuada para cada actividad y momento. Esto pasa por saber dónde ubicar las lámparas, jugar con los leds e iluminación ambiental o instalar reguladores de intensidad.
Un balcón que nos conecta con el exterior
Porque ya no será ese espacio olvidad por ser pequeño. El balcón adquirirá protagonismo en las casas resultantes tras el confinamiento. Será esa proyección del interior. Un lugar al que salir con una silla para leer o tomar el café, que estará repleto de plantas cuidadas que se dejarán ver al retirar la cortina -será una ventana para conectar con la naturaleza aún en plena urbe-, con barandillas como recién pintadas y suelos renovados.
Terrazas siempre listas
También terrazas, porches y jardines estarán preparados para ser usados en cualquier momento del año. Porque hay lugares en los que las terraza no son solo para el verano. Su vida y tiempo de uso se puede alargar en el tiempo. Cualquier día soleado es bueno para salir a respirar, a llenarse de energía, tomar un aperitivo… Este cambio pasa por pensar en muebles resistentes que puedan quedarse siempre preparados y a la vista, para ser utilizados un bonito día de otoño. Soluciones de orden para guardar los cojines a mano y sacarlos en un momento. Las terrazas, patios y jardines han levantado envidias esta cuarentena. Tener un espacio al aire libre siempre es un tesoro.
Fuente: HOLA